Aludiendo a comentarios del economista Sebastián Edwards sobre quitarle estos beneficios a las carreras de humanidades, el rector de la UDP explicó que sus distintas áreas "no son un adorno para tener buenas conversaciones de sobremesa", sino más bien algo tan relevante como "develar el misterio de la condición humana".
Fue a mediados de 2024 cuando el economista y profesor de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Sebastián Edwards, planteó que nuestro país debiera sacar a las humanidades de las Becas Chile por 10 años para privilegiar las carreras de ingeniería aplicada.
Apuntando a que las humanidades no tienen futuro cierto o “no tienen proyección”, Edwards dijo en Agenda Económica de CNN Chile que era necesario apostar por la exportación de servicios, dado que en la manufactura es más difícil competir dada la lejanía de nuestro país. En ese sentido, veía como un error facilitarles el camino a carreras que “no tienen futuro”.
En Influyentes, el rector de la Universidad Diego Portales (UDP), Carlos Peña, abordó esta idea y las similares, refiriéndose además a lo que a su juicio hace relevante al ejercicio de las humanidades.
“Las humanidades no son una distracción, no son una entretención de la cultura como algunos creen”, dijo Peña en conversación con Paula Escobar. “No son un adorno para poder tener buenas conversaciones de sobremesa. Las humanidades son la forma de reflexividad sobre la condición humana más radical que conocemos”.
De esta manera, agregó el rector de la UDP, las distintas áreas de las humanidades, como la historia, la filosofía o la lingüística, se abocan a “develar el misterio de la condición humana”. “Pensar que eso no vale la pena y que vale más la pena la innovación tecnológica me parece simplemente una tontería”.
Asimismo, planteó que las universidades tienen como quehacer esencial “aprender la cultura de su tiempo, transmitirla a las nuevas generaciones y al mismo tiempo inocular en ellas un cierto sentido crítico que les permita revisar esa cultura para abandonarla o para mejorarla”.
El máximo tribunal resolvió que dejar WhatsApp Web abierto en un computador compartido equivale a permitir tácitamente el acceso de terceros. El fallo generó debate sobre privacidad digital en el entorno laboral.
