El ministro de Relaciones Exteriores confirmó la decisión del Gobierno chileno de retirar a los agregados militares destinados en Israel, pero enfatizó que Chile continuará manteniendo sus relaciones diplomáticas con el país.
El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, confirmó este miércoles el retiro de los agregados militares, de defensa y aéreos destacados en la embajada chilena en Tel Aviv, en el marco de la grave situación humanitaria que afecta a la Franja de Gaza. La decisión, coordinada con el Ministerio de Defensa, se enmarca en una respuesta diplomática específica y no implica una ruptura de relaciones con el Estado de Israel.
“Esta medida hay que evaluarla en sus propios méritos. Es una medida bien específica, bien precisa, y no quisiera especular sobre medidas eventuales a adoptar”, enfatizó el canciller, desmarcándose de los rumores sobre un eventual quiebre en los vínculos diplomáticos bilaterales.
Van Klaveren fue enfático al expresar la preocupación del Gobierno chileno por la magnitud de la crisis en Gaza.
“Creemos que estamos frente a una situación humanitaria muy grave como consecuencia de la acción sostenida del ejército israelí. Nada justifica las muertes que han ocurrido de manera tan masiva en el territorio de Gaza”, señaló, cifrando en 54 mil las personas fallecidas y denunciando la destrucción casi total de la infraestructura local.
El ministro también criticó la falta de acceso a la ayuda humanitaria en la zona: “Israel no ha otorgado las facilidades urgentes de asistencia humanitaria que la comunidad internacional, y en particular la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, quiere proporcionar a la población civil”.
Pese a estas críticas, Van Klaveren reiteró el reconocimiento del derecho de Israel a la legítima defensa frente a los ataques del grupo Hamas, aunque subrayó que “eso no puede justificar la muerte de civiles inocentes, mujeres, niños y ancianos que no tienen relación alguna con esas acciones”.
Finalmente, el jefe de la diplomacia chilena aclaró que la embajada en Tel Aviv continuará funcionando con normalidad, salvo por la salida de los funcionarios del área de defensa.
La medida, según indicó, busca enviar una señal clara sobre la posición del país ante la situación en Gaza, sin romper con los canales formales de diálogo.
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