Heladas y piel sensible: ¿Cómo afecta el frío a la rosácea y cómo prevenirlo?
Por CNN Chile
28.05.2025 / 17:58
Con la llegada del invierno, las mañanas serán cada vez más frías y las temperaturas en las tardes también comenzarán a descender. Esta situación puede afectar la salud de quienes tienen la piel sensible.
Este miércoles 28 de mayo fue una de las mañanas más frías en lo que va de semana, con temperaturas bajo cero en algunas zonas del país. Según explicó Pamela Henríquez, meteoróloga de Meteored, este fenómeno es habitual luego de jornadas de lluvia, ya que “tras las precipitaciones suelen llegar masas de aire más frías, lo que genera condiciones propicias para las heladas”.
Con la llegada del invierno, este tipo de heladas matinales será cada vez más frecuente. “Cuando la temperatura baja a cero o menos, hablamos de heladas. Sobre los 0 grados, si bien el ambiente es frío, no se produce el congelamiento necesario para que aparezca escarcha o hielo en el suelo”, aclaró Henríquez. Este fenómeno puede tener impactos en sectores como la agricultura, el tránsito vehicular y también en la salud, particularmente en la piel.
Uno de los problemas dermatológicos que puede agudizarse con las bajas temperaturas es la rosácea. Según explicó Sebastián Andreani, dermatólogo de la Facultad de Medicina Clínica Alemana UDD, se trata de una condición inflamatoria crónica, genética y hereditaria, que afecta principalmente la zona central del rostro: nariz, mejillas, mentón y frente.
Existen varios subtipos de rosácea:
- Eritemato-telangiectásica (enrojecimiento persistente y vasos sanguíneos visibles).
- Papulo-pustulosa (granitos o espinillas similares al acné).
- Fimatosa (engrosamiento y deformación de la piel, más común en hombres).
- Ocular (afecta los ojos, con síntomas como enrojecimiento y sensación de cuerpo extraño).
Factores que pueden gatillar o agravar la rosácea:
- Cambios bruscos de temperatura (frío o calor).
- Alimentos calientes y condimentados (ají, cebolla, ajo).
- Frutos secos (maní, almendras, nueces).
- Chocolate.
- Bebidas calientes (té, café, caldos).
- Consumo de alcohol (vino, pisco sour).
- Estrés.
- Exposición directa al calor (estufas, hornos, parrillas).
Andreani advirtió que “lo típico es que se manifiesta con enrojecimiento en la zona central del rostro y, ante estos factores gatillantes, puede agravarse con la aparición de pápulas y pústulas. En hombres, incluso, puede derivar en deformaciones tipo fima, y en casos más complejos, comprometer la salud ocular”.
El especialista recomendó consultar con un dermatólogo de forma temprana para evitar que la rosácea avance o se cronifique. “El tratamiento se ajusta al tipo de rosácea y puede incluir cremas tópicas, medicación oral o terapias con láser, según la severidad del cuadro”, concluyó.